A pesar de que se pusieron previamente todos los medios técnicos por evitar el colapso de la obra, desde un correcto andamiaje que sujetase los muros, hasta su vaciado interior a mano tabique por tabique, la inestabilidad de los muros se evidencio al desmontar parte de la viguería, que se hallaba en muy mal estado.
Dicho colapso se produjo por la mala calidad de su mampostería en muros, los cuales carecían de cimientos y atacados dichos muros, por la humedad y el abandono durante años.
La única piedra de sillería con que contaba la casa es la que se coloca en esquinas y vanos con mochetas de 25 o 30 cm siendo el resto del muro hasta un ancho de menos de un metro de la mampostería que se ha descrito antes.
Se pudo numerar a tiempo toda la piedra de sillería y salvar del colapso en el que entro la obra tras su vaciado interior.
En el caso de la Casa Barón la fábrica de los muros era pobre, no comparable a otras fabricas solo de sillería y mucho más estables y fáciles de sujetar.
Se procedió a desmontar las fachadas para evitar su desplome inminente entre el 10 y el 15 de Enero de 2008 iniciando la dirección de obra informe para el ayuntamiento sobre las causa por las cuales se opta por el inevitable desmontaje de los muros, para evitar daños mayores a operarios y colindantes.
Para nosotros este hecho supuso un gran disgusto, perdiamos una casona que nos habia enamorado por el encanto de su mirador, teníamos que empezar de cero la reconstrucción de la casona y además, residíamos y trabajábamos en Valladolid.
No nos trasladamos a vivir a Castro-Urdiales hasta Marzo de 2008 para hacernos cargo personalmente de la reconstrucción.
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